sábado, noviembre 13, 2010

Cuando la vida cambia 180 grados

Es complicado escribir cuando no se quiere asimilar la realidad, esa que hace daño y escuece, esa que cuando se piensa dan ganas de llorar, pero que está ahí, quiera yo o no.
Conforme pasan los días veo que mi vida va cambiando y no me arrepiento de nada, he de decir que he aprendido muchísimo, a valorar lo que se ha de valorar, a querer a esos que siguen a mi lado por muy lejos que estén y esos que pensaba que estaban muy cerca, ver lo lejos que estuvimos siempre...

Y sí, duele no hacer en cada momento lo que me apetece, la distancia es insalvable en muchos momentos, pero es parte de la vida, de la madurez, de los cambios.
Al tener a mi lado a quien más quiero todo se hace diferente, más fácil, pero siempre falta lo que más quiero... quedan esos momentos en los que dan ganas de gritar y que alguien te entienda, de ser una misma, de hacer las bromas de siempre, las primeras impresiones de cada situacion, y reirme a carcajadas, pero ahora todo es diferente, ni mejor ni peor...lo llamaré diferente!

Esto es comenzar de cero, y quiero ser positiva y pensar que la vida me da esta oportunidad que no todo el mundo tiene, pero a veces cuesta tanto! Solo quiero luchar, conseguir todo lo que quiero, esforzarme al maximo y crecer.

Buenos días mundo!!!! 
Cuando la vida cambia 180 grados.

miércoles, noviembre 10, 2010

Ñ (Robándo texto)




Quién sería el señor que el pasado año en otoño,
reñía y se empeñaba en que la ñ se despeñara del alfabeto español,
quién sería esa alimaña carroñera y
tacaña que se ceñía y
metía cizaña para que la ñ desapareciera de España.

Defendamos la ñ,
luchemos todos por la ñ,
los madrileños los tinerfeños,
los galleguiños, los maños, los isleños,
los de Almuñecar, los extremeños,
los de Logroño, los de Cataluña,
los norteños, los sureños, los malagueños...
Luchemos todos por la ñ.

Apiñémonos y empuñemos guadañas,
cañones y puñales,
y démosle caña a esa peña,
démosle leña, demostrémosles todos lo que se puede hacer en España,
démosle castaña, rompámosles los piños a piñas,
arañémosles con las uñas y las pezuñas,
endiñémosles con el puño,
hasta dejar sin pestañas a esos señores puñeteros que no quieren la ñ.

Que ñoño sería el español sin ñ,
sin la ñ, la cigüeña no traería a los niños,
ni niñas, añoraríamos las mañanas de otoño y el coñac añejo,
añoraríamos al pequeño risueñor siempre risueño,
añoraríamos a los Nuñez, Liañez, Muñoz, Riaño, Liaño,
Ibáñez o Marañón.

No tendríamos campiñas,
ni cañadas, ni peñones, ni montañas.

Que sería de la España cañí sin la ñ,
sin la ñ de gruñir, de amañar, de apañar,
de endiñar, de enseñar, de teñir,
sin la ñ de acompañar, de empeñar,
de soñar, de ceñir, o de jiñar,
de empañar, de guiñar,
apiñar o de estreñir,
que sería de la España cañí sin la ñ de paño,
de cabaña, de carantoña, o de carroña,
la ñ de caña o de cuña, de leñe o de hazaña,
y de antaño, de estaño,
o de caliqueño, sin la ñ de cuñada,
de migraña, de lasaña, de ermitaño,
de pestiño, de ñu o sin la ñ de araña.

Por eso, no le hagamos daño a la ñ compañero,
y enseñemos a nuestros pequeños q la ñ es la ñ,
y q nadie se empeñe que de una realidad pase a ser un sueño.

8 razones para sonreir

Aquí ocho razones por las que querrás sonreír mucho más todos los días:
1. Una persona que sonríe es más atractiva para los demás. Está probado que una persona que sonríe naturalmente puede atraer la atención de los otros, pues mostrar los dientes es una señal de confianza, salud y éxito, usualmente los mejores líderes y los más positivos son quienes más sonríen. Quienes sonríen naturalmente les es más fácil encontrar pareja.
2. Hablar con una sonrisa entre labios cambia tu tono de voz haciéndolo más cálido. Por eso incluso cuando estás al teléfono y sonríes mientras hablas puedes enviar mensajes más cariñosos o hasta sexys. Algunos vendedores aseguran que hablar con una sonrisa aunque no se pueda ver es mucho más efectivo para cerrar negocios.
3. Una sonrisa puede cambiar tu humor. Si te sientes triste o frustrada, muchas veces tratar de sonreír te puede hacer sentir mejor. Quizá al principio no salga del todo natural, pero muchas veces lo físico se transmite a lo mental o anímico, así que si te fuerzas a sonreír te sentirás mejor y después de unos minutos esto se torna en un efecto natural.
4. Sonreír libera estrés. El estrés realmente deja huellas en tu cara, en tu mirada y expresión. Pero una sonrisa es mejor que el maquillaje pues impide que te veas cansada o agotada. Cuando estés estresada, intenta sonreír frente al espejo. Piensa en algo realmente agradable y mira como de inmediato cambia tu expresión.
5. Una sonrisa baja tu presión arterial y fortalece tu sistema inmune. Una sonrisa y más si va acompañada de unas buenas carcajadas liberan endorfinas. Esto de inmediato te relaja y te ayuda a bajar la presión, lo que ayuda a mejorar tu sistema inmunológico.
No es gratuito que los doctores de la risa sean cada vez más bienvenidos en hospitales y clínicas pues pacientes alegres y esperanzados son mucho más fáciles de curar o al menos sienten menor dolor. La endorfina es una medicina natural.
6. Sonreír te hace ver y sentir más joven. Los músculos que utilizas al sonreír levantan las facciones lo que te hace inmediatamente lucir más joven. Además te hacen sentir más positiva lo que inmediatamente de otorga ganas de vivir.
7. Es más fácil sonreír que fruncir el ceño. La felicidad o el placer te hacen sonreír de manera incluso involuntaria. Toma mayor esfuerzo muscular el mostrar enojo. Inténtalo ahora, es más fácil fingir una sonrisa que una cara de enojo. Además verás como una sonrisa deja la sangre correr mientras que contraerla a modo de enojo te deja más agotada o estresada.
8. Es un lenguaje global. Antropólogos, biólogos y psicólogos coinciden en que una sonrisa es reconocible en todo el mundo. Aunque existen cientos de variaciones en una sonrisa, expresando la complejidad de las emociones humanas, el mostrar los dientes, levantando los cachetes y con los ojos entrecerrados es en todo el mundo un símbolo que transmite felicidad.
Charles Darwin comenzó un estudio sobre la similitud en las expresiones humanas en distintas culturas. Años después el doctor Paul Ekman continuó con el estudio y concluyó que una sonrisa es una sonrisa sin importar en donde estés. Además comprobó que es una función biológica natural y no una emoción que se aprende culturalmente. Incluso se ha visto que los bebés dentro del útero de la madre pueden sonreír.