Respirando hondo

Hoy es uno de esos días en los que la melancolía termina por sacar de quicio a cualquiera, quizás a vosotros no os ocurra, pero yo soy tan rara que estas cosas me pasan más veces de las que yo quisiera.
Soy consciente de que no sirvo para hacer esto de los blog y tal, pero probemos... (una vez más). No soy la típica persona, con la típica parrafada fácil, es más, mi don de palabra es "nulo", pero al menos sé que soy yo en estos momentos y eso me basta.
A veces me ocurre que cuando todo me viene grande salgo corriendo, es mi forma de asumir las cosas, después, cuando vuelvo, toca humillarme y sé que me hace bien (o eso quiero pensar), y no por salir corriendo significa que huya, sino al contrario, aprendo más, no sé si porque veo las cosas desde lejos con más perspectiva y más objetividad o qué, que no significa que por hacer eso me salga todo bien, pero soy así, y al que no le guste... que salga corriendo porque esta que está aquí va a ser ella. Hay gente que para agradar a otros cambia su "filosofía de la vida" pero yo no soy así, he llegado a pensar que soy vaga hasta para eso, mil veces me he quedado sola, he mirado a mi alrededor y no he visto más que 4 paredes que no son mías, o una calle llena de gente con la que no tengo nada, absolutamente nada en común, y mirarme y no ver más que una pequeña criatura en medio de la nada. Creeis que estoy flipada, verdad? 
Yo lo creo también.