
Y uno a veces escoge las teclas del ordenador, o un papel en blanco, tal vez con el deseo de comunicar y salir aunque solo sea mentalmente de esas 4 paredes, de esa pequeña casa donde él esta en cada rincón llenándolo todo, con la ansiedad de la que espera.
A veces sobresaltándose porque suena la cerradura y piensas que es él. Entre los visillos adivino el azul del cielo, oigo los estallidos de la fiesta, algún ruido de coche se entremezcla con los cohetes. Busco en mi mente la palabra exacta que defina lo que siento, lo que me duele, mis manos desean el tacto de tu piel, como todo mi cuerpo inquieto, nervioso. De fondo música de dulzaina y tamboril, si supieras como ansío tu vuelta, Dios!!, me pierdo en tantos por qué´s. Acurrucada en el sillón leo poesía y leo, creo que eres el único hombre que puede protegerme. Miro el reloj y marcan las 6:13, algunas voces desdentorias alargan la noche acabada, más cohetes se confunden con un suave ruido de una máquina limpiadora que acaricia los bordillos de estas aceras centenarias. Al ritmo de la música todo ha de estar preparado, ellos irán con sus mejores galas, y cerraran el cortejo, azul con pintas blancas, el cielo con el sol ya puesto es testigo implacable de la fiesta y sonríe, al fondo del horizonte despejado azul, todo es azul... tú eres azul y por la tarde violeta, eres mi arcoiris deseado.
Me paro en tus ojos como si estuvieras aquí, en mi “te quiero”, pretendo que se instale la sonrisa de tus ojos y te quiero ¿sabes? Y te necesito, aunque no te puedo tener y he de seguir amor, he vuelto a perder el camino y todo es tan largo, te lo he dicho, debajo de los puentes colgantes por donde fluye el caudaloso río de mi amor, volver a decirle “mi amor”, me parece un sueño inalcanzable, volver a mirar nuestro horizonte y soñar. Tal vez volar, ser uno mismo, ¿donde estas? Yo estoy llena de ti aunque el dolor me rompe y pienso en ti, y cuando digo protegerme de las dudas, de los miedos, pido que esas dudas dejen de ser. Compañero, amigo, hombre, que grande y que distinto, eres, existes, vives, siempre frente al nunca, hombre que en una tarde tordica que amenazaba tormenta abriste mis miopes ojos, me devolviste la vida... vuelve.
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