Hoy es uno de esos días en los que cuesta tan poco dejarse vencer por las nostalgias... si lo llego a saber ni siquiera hubiera saltado de la cama, abandonando de un golpe la tibieza que me ofrecian las sabanas. Total, para acabar dejandome vencer sin luchar por la melancolía de mis recuerdos. A fin de cuentas hoy es uno de esos días en los que echo de menos a todo el mundo, incluso a aquellas personas que nunca pude conocer, incluso a aquellas que nunca perdí. Pero hoy es uno de esos días en los que las palabras son tan innecesarias que se transforman con el sonido de la lluvia, todas suenan igual. Quizás sea culpa del tiempo, quizás que no crecí lo suficiente después de la última despedida. Quizás sea simplemente que hoy es uno de esos días.
Que el vértigo pase.
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